jueves, diciembre 10, 2009

Lo que niego, lo que me mata

Antes y durante Queen Bee Two (QB2) conocia y se enamoraba perdidamente de Queen Bee One, estaba en el medio de una relación con un Golden Boy de pura raza que llamaremos Tincho. Tincho es un nene bien, educado en uno de los mejores colegios de Rosario, estudiante de derecho de la UCA en aquel entonces y todo fue muy lindo con QB2 hasta que papi y mami descubrieron que Tincho era HOMOSEXUAL. Papi y mami lo sentaron a Tincho y le dijieron casi textualmente: “O te haces HETEROSEXUAL o te vas de Rosario”. Tincho, un nene bien, un Golden Boy temiendo perder el proteccionismo paterno elegio irse de Rosario a la ciudad (Bs. As.), a un departamento en calle Florida y estudiar su carrera en la Universidad del Salvador. Y por supuesto acostarse con la mitad de los Homosexuales de Buenos Aires y seguir siendo Heterosexual en Rosario los fines de semana. Hace un tiempo cuando iba a mi trabajo en Buenos Aires, me lo cruce en calle Florida, lo salude y rapidamente me dijo “Ok, ahora vienen mis viejos”... Segui caminando con mi traje y mi notebook al hombro pensando lo idiota que era este chico y que su burbuja de negación algun día explotaria quizás a sus 50 años y seria la fuente de riqueza para algún Psiquiatra y la marca ALPLAX que lo empastillarían las 24 horas del día por no haber tenido conciencia de la vida hasta tanto.

Por otro lado hace unos días Romulano me conto una historía de negación, mentiras y mucho Freud y Lacan mal estudiados, que se aproximaba a la mia con uno de aquellos primos gay que conoci hace ya casi un año. Esa historia del señor intelectual, amante y defensor de la psicologia que defendia su condición y afirmaba tener bien en claro (y dejarnoslo) lo que quería. Y un simple chat, una tarde de calentura y dos identidades falsas dejaron a Romulano con toda la inseguridad de no haber conocido a esa persona, de saber que le mintio, y que por sobre todas las cosas no era tan abierto de pensamiento como el Lacan y Freud que con entusiasmo estudiaba en la facultad. Yo respire profundo y trate de aconsejar a Romulano que aquello que uno reprime es aquello que lo mata y lo mata despacito, despacito y dolorosamente, que por supuesto el tiene que estar orgulloso de nunca haberse traicionado a si mismo.

Aquí por ultimo yo, quizás matandome tambien. Quizás negando muchas cosas en mi vida, y tal vez luchando al mismo tiempo por serlas/tenerlas. Si algo me gusta es patinar, sentirme libre, la adrenalina de los autos y los colectivos pasar con velocidad al lado mio, el hacer slalom en medio de una avenida con el riesgo de caerme. Y no soy el mejor, ni creo que alguna vez lo sea aunque mis amigos son los mejores y los quiero y los respeto por que cuando hablo de lo que hacemos (patinar) lo hablo desde mi lado más sincero, de lo que soy y lo que no. Partiendo de lo que no soy, muchas veces quiero serlo y es allí donde muero o al menos se me va un poco la vida más rápido de lo que el tiempo me la lleva...