domingo, mayo 23, 2010

Heterosexuales Amistosos

Resulta que durante las vacaciones de verano conoci a un chico, conoci en el sentido literal de la palabra, que estaba de pasajero en el mismo hostel donde yo me estaba albergando. Era musico, trabaja en los Tribunales de una localidad del Gran Buenos Aires y era extremedamente amistoso. Tambien resulta que le conte que era gay y le dije que luego de dos noches que nos habiamos quedado tomando cerveza y charlando de cosas de la vida, musica y demases realmente me sentia muy atraido hacia él. Lamentablemente, resulto que no era gay pero intercambiamos correos electronicos para nunca volver a hablarnos.

Pasados unos meses en no recuerdo bien que conversación mi amigo Guido me dijo "Hay que tener cuidado de algunos heteros, son demasiado amistosos y te confunden. Yo les llamo 'Los Heteros Amistosos'", de repente me acorde de este chico al que habia conocido en el hostel y de un par más de heteros que habian de alguna forma lastimado. No hace poco, entro a trabajar muy cerca mio (pero no en la misma area) un chico llamado R. R. es un Golden Boy, no tiene mucha belleza, pero tiene una forma de mirar y tratarte que es muy diferente al resto. Te mira y se sonrie, habla despacio y pausado y por sobre todas las cosas habla en el momento oportuno. Puntualmente en varias ocasiones me parecio que trataba de quedarse a solas conmigo para hablar de cosas, y digo cosas más allá del trabajo o que festejaba ciertos comentarios y actitudes mías. De pronto me empece a imaginar que podría ser como mi pareja perfecta más allá de que realmente no sabia si era o no gay. Hasta un día un compañero nos miro y nos dijo mientras volviamos hablando de la cocina con una taza de café: "Si fueran pareja les diría que hacen muy linda pareja"

Oficialmente lo que yo pensaba, escuchado en otra persona y en voz alta fue demasiado importante. Era de alguna forma confirmar lo que pensaba, estuve por tres o cuatro días caminando sobre el aire. Explotando de emoción cada vez que el me palmeaba al irse, o muriendo de nervios cuando nos quedabamos 30 o 40 minutos despues de la hora de salida haciendo un poco de tiempo extra y pensando que quizás era en ese tiempo cuando se podía llegar a dar algo. Hasta que un viernes, escuche que invitaba a alguien a ir al cine en el celular aunque por suerte no hubo un "te quiero" ni nada afectuoso en la llamada. No era definitorio pero yo seguia en carrera... hasta que unos días atrás nos pusimos a hablar de oculistas y comento como su novia medica le habia contado que se tomaba la presión ocular. Y así fue todo el final de mi no se cuanta vez que me enamoraba de un imposible y de que al final de cuentas no era solo más que un heterosexual amistoso...

1 comentario:

Rosarioso dijo...

Ay qué loco el corazón de un gay, no entiende de razones... y pareciera que a los hetero amistosos les gustara seducirnos, no?

Saludos